Hola, nos encontramos nuevamente por
aquí, para charlar de situaciones o informaciones que se dan generalmente
durante las clases de Arte Marcial, y que quizás no se comprendan bien o por
completo, debido al tema de dedicarle mucho más tiempo a entrenar “técnica”
propia del estilo y en una medida algo menor, a conocer ciertas conductas,
reglas y demás que rodean al conjunto de todo el hacer en la escuela de artes
marciales tradicionales.
Si hoy tienen tiempo y ganas de leer, aquí
vamos para compartir.
Hoy tocamos el tema del “COMPROMISO”.
No te asustes, no es algo de lo cual *no
puedes volver* si mencionas estar comprometido con tu práctica y demás. Hay una
creencia generalizada de eso, por lo cual los estudiantes comúnmente prefieren no
decir nada al respecto, no sea cosa que luego “le exijan algo”. Es un temor
bastante común creo yo por desconocimiento.
Lo primero que debemos conocer, es que hay
muchas clases de compromisos, de
distintas instancias, de distinta gente que pasa a entrenar por la escuela, e
incluso de los propios Instructores, Profesores y Maestros.
El compromiso existe en distintos órdenes
y circunstancias de la vida, y la práctica marcial no está exenta de esa
característica.
Veamos por ejemplo lo más básico de la escala,
la primera instancia, que es toda esa gente que se inscribe, entrena, pero… no
es (podríamos decir) muy constante con su presencia en el Wu Kwoon (sala
marcial). Suelen faltar algo más de lo recomendado, y su nivel o pasión por el
entrenamiento es, digámoslo así “algo más que relajado”. Esto es común y muy
entendible. Las exigencias de la vida cotidiana cobran su cuota, justamente con
el tiempo que debe repartirse la persona en las diferentes actividades. El
estudio, el trabajo, la familia, los hobbies, el ejercicio saludable, etc.
La actividad de estas personas en la
escuela marcial puede tener el carácter de pasatiempo, de distracción, pasando
gratos momentos sociales en grupo. Todo ello es positivo, pero obviamente no
será “el adiestramiento de un guerrero”. Ese es entonces el primer grado de
compromiso, entendido por ellos mismos y por su Profesor compartiendo el mismo
espacio.
Seguido a ello, en la escala, encontramos
en una segunda instancia a otro tipo de
estudiantes, los que tratan por todos los medios a su alcance de faltar lo
menos posible, dejando alguna otra actividad más relegada (aunque todas son
siempre importantes para cada individuo), para poder cubrir su tiempo en las clases
cotidianas y grupales. Se les percibe sin dificultad cuando ponen atención e interés
no solo a las técnicas que se demuestran para ejercitar, sino que además se los
nota inquietos por saber “algo más”, otros detalles, etc. Algunos de ellos,
incluso, demuestran solidarizarse con quienes están por debajo del nivel necesario,
tratando de ayudarlos a elevar su técnica de la manera correcta. Este ya es de
manera natural, un compromiso con su
práctica a través de su actitud, lo cual incluso va generando un respeto
entre el conjunto de estudiantes que le rodean.
En tercera instancia encontramos que el compromiso es algo más evidente
todavía. Y que sigue siendo algo natural e inherente al individuo.
Se trata de quienes se encuentran en el nivel algo más avanzado tanto en
técnica como en la ejecución de las mismas. Este tipo de estudiante, generalmente
incluso se interioriza por propia iniciativa (sin que nadie se lo sugiera o exija)
en las cuestiones propias de la escuela y de su estilo marcial. Lo demuestra amistosamente
por ejemplo tomando la iniciativa cuando quien debe dictar la clase se retrasa,
o bien no se encuentra presente. También es factible que desinteresadamente y
dentro de la clase oficie como “un hermano mayor” de cara al grupo de
estudiantes más nuevos, para adentrarlos en las bases de la disciplina y
técnica marcial de su estilo. Si le ponemos atención a este tipo de estudiante,
vamos a encontrar que raramente falta a sus entrenamientos, y si lo hace es por
causa de fuerza mayor que incluso se preocupa de informarle al Profesor (un
detalle que realmente lo distingue). También veremos que no falta a prácticamente
ninguna actividad que su escuela y estilo propicie, siempre dispuesto a dar una
mano en lo que esté a su alcance. Este grado de compromiso natural, incluso, es copiado por quienes se están
formando cercanos a él, lo cual es positivo para todo el grupo en general.
Esto es lo relativo a la gran cantidad
de estudiantes que se encuentran en las clases grupales públicas de una escuela
de artes marciales.
Pero… aquí faltan los que vemos que nos
dictan las clases, los que conocemos como Instructores, Profesores y Maestros.
En este punto, hay que mencionar que el
tema del compromiso, es algo
diferente que al resto de los estudiantes. Hasta ahora veníamos viendo que en
los distintos estudiantes la cuestión de “compromiso” era dada de diferentes
maneras y niveles, pero todos ellos de INICIATIVA
PROPIA del estudiante, no exigida por nadie más que no fuera la
libre elección del ellos mismos.
También es necesario mencionar, que una
persona puede entrenar toda la vida (y en los tres niveles de las artes
marciales: básico, intermedio y superior) sin la inquietud de pasar a ser un Instructor,
Profesor o Maestro, lo cual también es una elección propia que necesita -luego-
ser avalada por sus educandos, y para lo cual registran también diferentes grados de compromiso.
Un Instructor/Profesor tiene una
actividad que requiere de compromiso
siempre en acción hacia su alumnado, siendo parte integrante de las actividades
de una escuela y estilo marcial. Por lo tanto, ese compromiso se extiende y se
debe también a su Maestro. Este nexo a
través del compromiso, propende a elevar siempre hacia adelante el mayor
nivel al que pueda accederse y desarrollarse.
Un Maestro, posee el compromiso de mantener a toda la
escuela, en el mejor nivel posible, con todos los medios que disponga a su
mano. Debe velar por el desarrollo de la escuela, sus costumbres y métodos, y
posibilitar a los Instructores/Profesores seguir desarrollándose hasta el
máximo nivel a que ellos puedan obtener.
Como ven, y seguramente pueden deducir
algunos, el tema del compromiso, es
también una de las características que vienen por sí solas a través de la
confianza tácita depositada de unos hacia otros, en una elección libre y unipersonal.
Pero que crea un vínculo en distintos niveles de cercanía en las relaciones de
una escuela y sus integrantes.
En definitiva, el COMPROMISO es una cualidad que se brinda en diferentes niveles, de
libre elección de parte del estudiante que decide expresarlo -o no-, y que no es
motivo de exigencia, porque después de todo… EL ESTUDIANTE SE PARARÁ EN LA BALDOSA QUE ÉL DESEE DENTRO DE SU PROPIO
WU KWOON.
Espero les haya aportado algo más en
este tema, y como siempre, a sus órdenes para cualquier inquietud.
Buen entrenamiento para todos !
(Copyright © Neldo Sacomani)
P.D. no he tocado el tema de “Discípulos” y su compromiso, porque ya
lo he descripto en otro artículo anterior, y quien tenga curiosidad puede
buscarlo aquí mismo (en en el Blog) también.
Muy interesante el articulo. Como alumno no me habia percatado de estas diferencias de compromiso; sin embargo estan ahi tal cual.
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