viernes, 28 de mayo de 2010

Entrevista al Sifu Neldo Sacomani





Entrevista realizada al Maestro NELDO SACOMANI, Director de la Escuela de Artes Marciales Chinas Tradicionales WuHsingChuan.




Maestro, ¿Cuál es su opinión de las artes marciales y cómo se inició en ellas?

Desde mi pensamiento, las Artes Marciales Tradicionales, en este caso el Kung Fu, es un perfecto vehículo para el desarrollo de las capacidades del ser humano, ya que cuenta con el estudio y consecuente progreso de la mente y del cuerpo, una estrategia defensiva, además de estar todo ello apuntalado por los pilares de la ética y la moral elevada (Wude).

Mi inicio, estuvo ligado al echo de ser una persona que en la infancia padecía de trastornos respiratorios que afectaban la vida normal. Según mi padre veía, era importante cultivar un cuerpo sano, y a la ves desarrollar una actividad deportiva que contrarrestara las afecciones respiratorias, y formara una disciplina mental, por lo cual decidió enviarme a estudiar las artes marciales (por lo que le estaré eternamente agradecido).

¿Por qué prefirió el Kung Fu sobre otras artes marciales?

En principio, durante las prácticas marciales, me surgió curiosidad instantánea respecto las diversas modalidades conocidas en la época. A través de un trabajo de comparación con los elementos disponibles en aquellos tiempos, observé claramente los puntos de vista de diversas artes marciales, y fue el Kung Fu lo que más me llamó la atención, ya que era un arte que por decirlo de alguna manera representativa, fluía con la naturaleza. Formas imitativas de ciertos animales, belleza de movimientos, entrenamiento respiratorio mas allá del simple echo de respirar, eficacia combativa... etc. Obviamente, al ser mas joven, me atraía sobremanera su aspecto combativo, donde encontré que podía expresarme con mayor fluidez (realmente pasé largo tiempo de mi adolescencia desarrollando el "combate", dado que lo disfrutaba).


¿Qué cambiaron el Kung Fu en su vida?

A decir verdad, es algo difícil de expresar, ya que a mis 46 años, yo no conozco una vida que no esté relacionada con el Kung Fu, pero indudablemente, la calidad de vida desde un aspecto relativo a la Salud es excelente, ligando a ello la seguridad que brinda la práctica de esta disciplina, y una manera de ver la vida en general con mayor armonía y encaje en lo natural. Además, el código de ética del Kung Fu mejora sustancialmente la relación entre los seres humanos.


¿Respecto a los estilos y armas de Kung Fu, cuál prefiere Sifu ?, ¿Por qué?

Yo he estudiado diferentes sistemas de Kung Fu, como por ejemplo: Bak Siu Lam Kune, Pa Kua Chang, Wing Chun, Hung Ka y Tai Chi Chuan. Es difícil decir que existe una preferencia de uno sobre otros, ya que cada uno de ellos contiene una enseñanza increíble llegada de tiempos ancestrales hasta nuestros días. De manera singular cada uno de estos sistemas posee una expresión única, un punto de vista de la técnica que los hacen merecedores de toda mi atención. Es posible, que cuando uno es mas joven y dinámico, encuentre característico desarrollar sistemas como el Bak Siu Lam (Shaolin Norteño) o Hung Ka (con formas que contienen características combativas extraídas de las estrategias de diversos animales), movimientos restallantes y veloces, poder de impacto, etc. En el Wing Chun encontramos un método que nos forma a través de "conceptos", muy dinámico y totalmente preparado para "sentir" al oponente, muy efectivo a la hora de la defensa personal. Con Pa Kua Chang y Tai Chi Chuan, nos introducimos a los métodos Taoístas, donde prevalece la relajación, la serenidad, la armonía con el oponente. En fin, son diferentes entre si, y son aun hoy motivo de mi estudio y desarrollo.

En cuanto a las armas usadas en Kung Fu, todas ellas son únicamente una extensión del boxeador de Kung Fu, el arma principal siempre es la persona. Cada uno de los sistemas mencionados, posee armas que le son características. Hablando de armas comunes a estos sistemas, la Espada posee belleza y sutileza, el Sable contiene fortaleza y determinación, el Bastón Largo contiene equilibrio, la Lanza habilidad y soltura.


¿Qué es para usted ser un Maestro, más allá de lo marcial?

Como mencioné anteriormente, luego de las habilidades corporales que brinda el entrenamiento, también está la disciplina del ser. Un Maestro es una persona que debe reflejar los valores aconsejables del correcto obrar. Mas allá del tema "guerrero" de la marcialidad, también es importante que la persona sea íntegra, honesta, confiable para sí mismo y para otros. Un maestro siempre debe ser un buen ejemplo a seguir, además de tener la habilidad de dar a otros su conocimiento.


Maestro, ¿la asociación "Wu Hsing Chuan" que usted creó, que función social cumple?, ¿la gente lo ve así?

Como función social, prepara individuos con capacidad de discernir entre las cuestiones positivas y negativas que surgen en la vida cotidiana, y tomar elección y acción frente a ellas. La gente ve muchas cosas dentro de WuHsingChuan, donde se les entregan las herramientas necesarias para su desarrollo en el campo marcial y humano. La elección, luego, siempre es personal. A través de los años, y habiendo posibilitado el estudio de cientos de personas en WuHsingChuan, creo poder decir en similitud a un balance, que la gente no solamente lo ve así, sino que contamos con el apoyo permanente de todos ellos. En síntesis, un balance netamente positivo.

¿Cómo es considerado el Kung Fu en la Argentina?

En la Argentina de hoy día, el Kung Fu es considerado con alta estima entre las artes marciales. Si tenemos en cuenta que en nuestro país, otras artes marciales (de origen japonés o koreano) hicieron su irrupción mucho tiempo antes que el Kung Fu Chino, podemos ver que su crecimiento y expansión han sido realmente grandes.

WuHsingChuan, actualmente se encuentra trabajando para la difusión actualizada y correcta de este arte tradicional, en el cual, ha abierto sus puertas a las provincias, con gran aceptación y entusiasmo por parte de las personas de diferentes lugares, mejorando la calidad de los cultores de esta disciplina. Nuestro conocimiento proviene directamente de mis Maestros en China, lo cual acentúa la seriedad de nuestra Institución, y posibilita a profesores de diferentes provincias tener la certeza respecto a su instrucción. Tal es así, que las Membresías a la Escuela WuHsingChuan se han acrecentado en los últimos tiempos, a través de la confianza depositada por los distintos profesores del medio al conocer nuestro trabajo de años.


¿Cuál es la diferencia que usted encuentra Sifu, en el artista marcial que regresa de China?

China, para el practicante de Kung Fu, es un lugar deseado para visitar y entrenar. WuHsingChuan viaja permanentemente allí, a la cuna de las Artes Marciales como se la ha denominado mundialmente. De estos viajes participan alumnos, Instructores, Profesores y Maestros afiliados a la entidad. Allí, el artista marcial compara su aprendizaje en el país, y generalmente siente la alegría de todo aquel que se encuentra preparado con algo que ya ha estudiado, lo cual allana el camino para su crecimiento en Kung Fu. Tenemos la suerte de haber recorrido (en varios viajes) todo el territorio chino, desde Hong Kong hasta Beijing, y nuestros alumnos siempre han retornado muy conformes y con nuevas expectativas. Lo puedo calificar como algo positivo.

¿Con respecto a sus maestros en China, nos podría contar algo?

Mis Maestros son personas honorables e impregnadas de un conocimiento ancestral extraordinario respecto de sus sistemas marciales. Todos ellos, son mi ejemplo constante en el tránsito de este camino. Agradezco profundamente toda su enseñanza, y su ejemplo permanente de preocupación y difusión del arte. Poseen la grandeza de la sencillez en la vida cotidiana y saben extraer lo mejor de cada persona. Cómo no seguir las enseñanzas de personas con estas características, ¿verdad ?. Creo que está todo dicho, por lo cual me gustaría nombrarlos aquí: Tong ZhiHua, Olive Hui, Huang ZhiCheng y Lun Kai, todos SIFUS con "mayúsculas".


Maestro, ¿qué cree usted se debería hacer para mejorar la estructura marcial a nivel institución en nuestro país?

Las instituciones deben brindar confiabilidad y protección al practicante. Además, deben posibilitar las herramientas reales necesarias para alcanzar la calidad esperada dentro del arte marcial. Lamentablemente, no siempre ocurre así, ya que las instituciones están manejadas por hombres, y los hombres muchas veces se equivocan de camino. Desde WuHsingChuan, tratamos de mostrar la valía del esfuerzo y la superación, no con palabras (que por lo general se vierten fácilmente) sino con hechos y acciones constantes en la realidad. A través de mi experiencia personal, he visto algunos directores de asociaciones o federaciones que son mas bien grandes disertantes o empresarios (lo cual deja poco lugar al arte marcial), y sus acciones aparecen poco claras a la hora de actuar. Esto es así. Pero también concuerdo en que hay Maestros y Profesores con el impulso necesario para marcar esa falencia y hacer la diferencia visible. Las artes marciales en general, configuran un mundo que vale la pena ser explorado en un ambiente cordial y de respeto mutuo, por eso el trabajo de nuestra entidad, apunta a rescatar los valores
de los verdaderos Maestros, que se traducen en enseñanzas hacia sus estudiantes y para los estudiantes de la disciplina. Todavía hay mucho trabajo por hacer en este terreno, pero confío que a través del resultado obtenido por quienes se solidarizan con las auténticas enseñanzas que brinda en este caso el Kung Fu -que dicho sea de paso, cada ves son más numerosos-, lograremos obtener nuestras metas, sin duda.













Copyrigth: Escuela WuHsingChuan (Sede Central).


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Escuela
"WuHsingChuan" de Artes Marciales Chinas Tradicionales.



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sábado, 8 de mayo de 2010

El Kung Fu, El Tiempo de ayer y hoy, la República Argentina: una mirada desde el pasado alcanzando nuestro presente.




El Kung Fu, El Tiempo de ayer y hoy, la República Argentina: una mirada desde el pasado alcanzando nuestro presente.

Estimados lectores, aquí estamos nuevamente para compartir con ustedes un pequeño artículo que he escrito hace tiempo, y que apareció en su momento en una revista de Artes Marciales.
Los lectores se renuevan, y por ello transcribimos hoy estas líneas.

Es muy posible que todo lo quepaso a comentar pueda también ser pasible de identificarse en otros países. Cada quién/cual, con las características propias del lugar, puede encontrar sus correspondientes similitudes.

En la Argentina de los años ´60 y hasta principio de los ´70, aquellos que se acercaban a las Artes Marciales, acostumbraron ver la típica indumentaria blanca, chaqueta cruzada, cinto negro. El Yudo y el Karate, artes de origen japonés se instalaron acercando a los occidentales de esta parte del planeta, sus costumbres, métodos y maneras particulares de entrenamiento marcial.

Luego, y con el tiempo, fuimos testigos de la llegada de otras artes marciales de origen koreano, el Taekwondo, el Sipalki, el Tang Su Do, etc.


Un buen día, durante los comienzos y transcurso de la década del ´70, los practicantes argentinos comenzaron a ver la irrupción en el mundo marcial argentino, sorprendidos por algo totalmente nuevo, que fascinó y sedujo casi instantáneamente a los amantes de las artes marciales, había llegado el KUNG FU, término mal empleado por aquel entonces (hoy usado en todo el mundo), pero que definió al arte marcial chino tradicional, que en realidad se llamaba WUSHU (Wu: marcial, Shu: arte - artes marciales - Chung Guo Wushu: artes marciales chinas).

Ese, fue el comienzo en Argentina del KUNG FU Tradicional o Clásico en aquellos no tan lejanos días para muchos de nosotros.

Una indumentaria diferente, movimientos rítmicos y para algunos, mas complicados de entender, mas sueltos y en ciertos casos llamativos, era la punta del iceberg que se dejaba ver.

En aquel momento, no existía Internet, los libros y artículos que hoy suelen verse publicados por Maestros antiguos y/o Maestros contemporáneos, también eran algo casi imposible de obtener. No existían los Foros de Artes Marciales que hoy reúnen a aquellos interesados en el tema para charlar y compartir información. Las películas chinas (de fantasía marcial) eran escasas, pero al menos un vehículo usado para ver y conectarse con esta nueva disciplina que llamaba la atención de todos.

Quién no habrá visto la famosa serie televisiva "Kung Fu" con David Carradine contando las andanzas de un monje Shaolín en el oeste americano, o la increíble película en aquel momento (filmada en el año 1973), "Enter the Dragon" (a.k.a Operación Dragón) y un atlético Bruce Lee gritando y aplastando a su enemigos con una rapidez y habilidad nunca vista hasta entonces. En aquellos primeros tiempos, una Revista precursora de la información marcial y las distintas disciplinas existentes en Argentina, la Yudo-Karate, publicaba tibias notas del recién descubierto KUNG FU.

Aprender el arte marcial chino, por aquel entonces, era tarea difícil, pero no imposible. Migrados desde China, hubieron personas que en su mayoría se habían desempeñado en su país de origen como médicos, y por costumbre de su país, habían practicado también alguna forma de sus artes marciales.

Recordamos solo como un pequeño ejemplo de esos tiempos al Maestro Wong Sing, o al Maestro Ma Tsun Kuen. Luego comenzaron a llegar esporádicamente, otros Profesores de talento y conocimiento variado, versados en diferentes artes marciales chinas. Así, de a poco, de a un paso a la vez, descubrimos lo que significaba la figura del Sifu, el Maestro que podía brindarnos esa parte de conocimiento que muchos buscaban en el Kung Fu.

Todos ellos, mencionaban el carácter formador del Kung Fu en diferentes facetas, coincidían también que en dicha disciplina, el extenso tiempo de práctica era la mejor inversión que se podía hacer, para llegar a conocer el arte. A esto le llamaban realmente "Kung Fu", a todo el tiempo invertido en pos del logro de habilidades y dominio del arte. Ubicaron en el estudiante, la necesidad de contar con la ética que respaldaba las acciones, el Wu De, su código de soporte de la correcta acción y etiqueta dentro de las artes marciales. También inculcaron a sus aceptados discípulos, la inquietud de viajar alguna vez a China, contando historias de sus orígenes, que reflejaban una manera muy particular y seria en el desarrollo marcial, así quien pudiera, tomaría contacto directo con la fuente, allí en una cultura diferente a la occidental, y seguir perfeccionándose, descubriendo, desarrollando y entrenando, hablando de la gran generosidad dentro de las familias y linajes marciales tradicionales.

Ante estos reiterados ofrecimientos, algunos dimos un paso mas, y tuvimos la enorme suerte del destino e inquietud personal, de poder cumplir con aquella invitación efectuada durante años y así seguir estudiando hasta el presente con los Maestros en China misma. Otros también tuvieron enorme suerte contactando y poniéndose a disposición de reconocidos Maestros que habían migrado de China y se asentaron tanto en Sudamérica como en los Estados Unidos. Estos esfuerzos, todos, fueron construyendo firmemente el KUNG FU de Argentina.

Desde aquel momento (comienzos de los años ´70) en que descubrimos esa nueva vestimenta de chaqueta abotonada al medio/camiseta blanca y pantalones negros holgados ceñidos en el tobillo, que identificamos en el KUNG FU, hasta los días actuales, vemos que se ha recorrido un extenso camino, plagado de múltiples privaciones, esfuerzos que hoy parecen increíbles, y también de firmes logros.

La clave fue dada por el compromiso serio, la perseverancia y la dedicación.

El sólido KUNG FU de Argentina, fue sustentado a través del tiempo, con una palabra de profunda reflexión: SERIEDAD.

Por supuesto que no se desconoce la realidad y existencia de diversos matices, donde la seriedad pueda haber estado ausente, y en la cual algunos disfrazaban un respetado arte como el Karate, simplemente tiñendo su ropa blanca por negra y proclamando la enseñanza de un arte marcial chino, algo que hoy vemos como una anécdota, e incluso al conocimiento que hoy disfrutamos, nos dibuja una sonrisa, por esta razón solo hablamos del Kung Fu serio/sólido específicamente, aquel que puede ser rastreado a través de los tiempos y generaciones de Maestros/Discípulos, hasta sus orígenes en su cuna natural, China.

Las Escuelas tradicionales bien constituidas, cuentan (siempre lo hicieron) con un árbol genealógico que les informa a los practicantes, por mano de quién ha ido pasando el conocimiento, desde tiempos anteriores en una remota Escuela Marcial de China, desde una Aldea específica o desde los Monasterios hacia los laicos, hasta su actual Profesor en Argentina. Esta información que hoy se posee, y está al alcance de todos quienes deciden informarse adecuadamente, es de valor incalculable para el alumnado, poniendo orden y seriedad tan necesaria en la actividad.

Hoy día, encontramos al Kung Fu rodeado de enormes posibilidades y para los diversos gustos de los practicantes (sean estos puramente Marciales o inclinados mayormente a la Salud), quizás una de las artes marciales mas completas que coexisten en nuestro país. Los practicantes pueden optar recurriendo al aprendizaje del Kung Fu Clásico (tradicional) en una buena variedad de Sistemas y sus correspondientes Estilos netamente Marciales, y también a su metodología mas reciente aquí, el Wushu Moderno, situado en las áreas de la competencia deportiva y formas de exhibición.

Después de casi tres décadas y media, Argentina ha sabido contar hoy de manera real con Pugilatos del Norte y Pugilatos del Sur de China. Desde Sistemas aparentemente suaves y relajados, hasta Sistemas que nos muestran extremado vigor y fortaleza física.

En el tiempo marcial y el panorama que nos toca vivir hoy en Argentina, es muy alentador observar que ya poseemos una buena visión de sistemas extraordinarios como el:

Bak Siu Lam Mun, Hung Gar, Ving Tsun, Tong Long Pai, Pa Kua Chang, Taijiquan, Ying Chao, Lama Pai, Shaolin Henan, Xing Yi Quan, Wenshenquan, Teiton Mun, Pak Mei, Choy Li Fut, etc.

En definitiva, y cerrando ya estos comentarios, las condiciones están dadas para que este excepcional legado que nació en China, siga desarrollándose seriamente aquí en nuestra Argentina.


¡El legado está vivo, atravesando las barreras del tiempo, no conoce fronteras, solo hay que ir por él!

Un abrazo y como siempre: buena práctica para TODOS !

Copyrigth: Neldo Sacomani.


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